Bajas pasiones

Alien VS Predator

22 noviembre , 2011

El fútbol es la gran feria de las vanidades. Nada resulta tan fácil como detectar a un ególatra sobre el césped, porque habitualmente todo el que llega a la elite es tan bueno como soberbio. Y particularmente cómico es ver a los egoístas disfrazarse de filántropo.
Dentro de muchos años la gente se admirará al saber que Messi e Ibrahimovic coincidieron un año. La pareja, en efecto no pasará a la historia: La Bestia Parda y el Rey de Youtube combinaron poco y colaboraron menos. Con el tiempo se supo que a Cabralocavic se lo comían los celos y la desesperación de haber llegado a un ballet en que no era la prima donna, ni la segunda, ni la cuarta. Nada le frustraba tanto como aquel demonio de 1,69 que a cada actuación dejaba claro quién era el jefe.
Buceando en las interioridades de aquel matrimonio forzoso y mal avenido, uno encuentra cumplidas pruebas de que el sueco se pasó el año reivindicándose, con una actitud victimista made in Camerún, pretendiendo ser la víctima de una conspiración guardioliana y mediática cuya primera consecuencia es que no se le reconocían sus méritos. Observen, ya en la jornada dos, cómo celebró esta asistencia de gol a Messi. Acababa de comenzar el año y el abnegado benefactor se conducía así. Más evidente resultó su distanciamiento tras una asistencia en la jornada 19. Vean al sueco, vean cómo se gira de espaldas para no ver la celebración de su enemigo y piensen en aquellos niños malcriados que piden un Guantánamo a gritos.
Pues bien, mañana por la noche estarán frente a frente. Ibra y su odio milenario frente a Messi, que ni olvida ni perdona. Agárrense al sofá, recen a la salud de los defensas y hagan sus apuestas.

7 Comentarios

You must be logged in to post a comment Login