Bandoleros

La yegua

11 mayo , 2012
¡Respiren, amigos, y llénense los pulmones con el genuino aroma torrefacto del humo estival! Tras varios amagos a base de fórmulas vacías y adorables como «suena», «es el elegido», «gusta» o «forzará para venir», el primer piscinazo del año llega en Marca, donde ven a Gareth Bale fichado por 40 millones de euros.

Hay varias razones para desconfiar de ese fichaje más allá del montante de una operación digna del Tito Flo. Tal vez somos gente antigua, pero habría que recordar que Bale juega de lateral zurdo, la posición que Barjuan arrastró por los fangos. Tácticamente no es jugador pulido, y es conocido que en el encaje de bolillos que es el actual equipo, eso resulta clave. Cabría recordar también que el último británico que triunfó fuera de su país en un estadio de fútbol debió ser éste. Honestamente, todo apunta a que este supuesto fichaje no es sino una forma obvia de ablandar al Valencia para que libere a Jordi Alba por un módico precio.

Dicho todo eso: este galés de 22 años es una debilidad de este agujero. Saltó a la fama la temporada pasada después de meter tres goles idénticos en un solo partido en San Siro. Ese mismo año, silenció el Averno con un par de cabalgadas asombrosas contra La Banda, es posible que no se haya visto jamás arrancar a nadie con tanta potencia en ese escenario: aquello no era un futbolista, era la mejor yegua del Grand National. Bale no evoca al virguero brasileño, ni a la astucia del fútbol callejero, ni a los cerebritos de La Masia. Cuando este galés arranca, se detiene el tiempo y es inevitable pensar en las playas inglesas al son de Carros de Fuego. Y cuando para porque ya ha alcanzado la línea de fondo sólo le falta piafar. Un último punto a favor: viene del Tottenham, oigan, no del maldito Arsenal de los Pelayo, sino del club que un día, hace muchos años, nos envió al gran Gary Lineker.

Es cierto que en el Camp Nou difícilmente podría demostrar que es un gran especialista en las faltas, pero con su velocidad sí podría ejercer de Abidal como corrector de una defensa que este año ha estado indigna y paquidérmica. Si finalmente se incorpora, es obvio que Alves será vendido y que la banda izquierda pasará a ser la más ofensiva mientras que Montoya, en la derecha, se dedicaría a guardar la ropa.

Ojalá le podamos disfrutar algún día. Sólo por sus sprints merece la pena ver fútbol: esta yegua nos recuerda que a esto se juega corriendo y es hora de que el vestuario se acuerde de ello.

21 Comentarios

You must be logged in to post a comment Login