Leyendas

El año que sobrevivimos

29 diciembre , 2017

«Me exasperan sus ojos azules y de mirada sin rodeos. Pertenece a la fastidiosa categoría de los héroes«

Trilogía de la ocupación, Patrick Modiano

El nefasto 2017 toca a su fin y es momento de pasar balance. En lo humano, los hechos son descorazonadores, con esos atentados terroristas y la represión de un estado donde ya sólo se puede pensar en borbón. En lo deportivo, qué les voy a contar: doblete de La Banda, un logro que no habían conseguido en medio siglo, y nueva oleada publicitaria para encumbrar de nuevo al Lute de Madeira.

El Barça, por el camino, volvía a quedar lejos de los mejores en Champions y vio como no le alcanzaba con sus proezas en los grandes estadios de la Liga para llevarse el campeonato. Para certificar el Estado de Barbarie, perdimos a Neymar y asistimos a un nuevo y dantesco espectáculo de esta directiva futbófoba en sus intentos por reforzar el equipo. Como culmen, el voto de censura a los herederos de Núñez acabó en un nuevo triunfo de los malos, mayoría en este club enfermo.

Pero sin embargo, se va el 2017 futbolístico y uno siente que le debe mucho a este año sin grandes títulos. Sin caer en confirmismos nuñistas ni querer bajar el listón a un equipo que por su génesis cruyffista tiene que ganar jugando bien, el 2017 será el año de dos grandes triunfos en el Bernabéu y, sobre todo, el de la mayor gesta deportiva que hemos presenciado con esa remontada al PSG, levantando un 4-0 que era, en el mundo de la lógica, definitivo.

Pasarán los años y seguiremos revisitando ese partido, con la increíble fealdad de los goles del primer tiempo, con tanta suerte comprimida en sólo 90 minutos, con el zapatazo de Cavani que lo echaba todo al traste. Pasarán las décadas y seguiremos viendo, asombrados, esos diez últimos minutos en que en un rapto de locura Neymar Jr. logró una falta, un penalti y una asistencia. Amaremos a Ter Stegen, y se nos erizará el vello de la espalda en la jugada decisiva, en las imágenes de la celebración, con el póster de nuestra vida y recordaremos el alarido de todo un planeta que durante esos diez minutos fue todo él azulgrana. Todo. Porque a los hombres ningún relato nos gusta más que el del superviviente contra pronóstico, el de la lucha por la vida.

En un 2017 malo de solemnidad, conviene reivindicar la felicidad pura y absoluta que nos deparó este equipo mermado en una noche de héroes, en un relato para menores de ocho años escrito por Disney, interpretado por una docena de tíos de azulgrana y ejecutado por un lateral reconvertido por quien pocos daban un duro. El 2017, el peor de los años. El 2017, que nos acompañe para siempre.

One Comment

You must be logged in to post a comment Login