Balones con forma de tibia

Balones con forma de tibia (VI): Dante

8 julio , 2013

Pam

Todos los futbolistas sueñan desde niños con jugar el partido más grande del mundo y dejar ahí su impronta. Eso hizo Dante el pasado 25 de mayo en la gran final de la Champions entre alemanes. Dejó su huella, sí, aunque lo hizo en toda la hombría de Reus.

El horror protagonizado por Dante tiene tres agravantes que nos fascinan: en primer lugar, aquello es la finalísima de su vida y su equipo va 1-0 arriba; el Borussia se había ido apagando y encontró oxígeno en este atentado. En segundo término, este señor, Dante Bonfim, es un central profesional que comenzó su carrera al máximo nivel 11 años atrás, en 2002. Y sobre todo, ya ha quedado dicho, alcanza a su rival en el estómago y la entrepierna. El cálculo cambia según fisonomías, pero el impacto se produce aproximadamente 70 centímetros por encima de la zona de la tibia que suele ser víctima de estos arrebatos de sinceridad de los defensas.

La acción nos recuerda también la intensa relación existente entre fútbol y gónadas. En su día tuve ocasión de entrevistar a Raí, que entre suspiros y risas, pacato como era, confesó que le ganó una Intercontinental al Barça con un gol con las bolas. También nos constaba la importancia de los atributos sexuales en un vestuario y hasta su utilidad como audiencia para ciertos monólogos. Habrá que reconocer al peludo Dante su tarea como pionero a la hora de descubrir en los atributos sexuales masculinos un buen sustitutivo a la tibia.

8 Comentarios

You must be logged in to post a comment Login