El tercer funeral

A lo mejor no debería sorprendernos que el mejor equipo que hemos conocido no haya tenido una muerte, sino tres. Pero sorprende y asombra; morir tres veces es un privilegio raro que conviene anotar como una conquista más de estos jugadores. La tozudez del Barça en su agonía resulta conmovedora: en 2012 les pedimos que abandonaran el trono con una victoria en una final, sabiendo que ya nunca estaríamos tan arriba, y lograron esa última Copa. En 2013 padecimos nuestra segunda muerte a manos de los bigardos del Bayern. Como recordarán, se encarnizaron a fondo con nuestros despojos pero aun así nos llevamos una Liga que olía a naftalina. Y aquí estamos de nuevo, en el réquiem primaveral de cada año, rogando otra vez al equipo que nos regale una última noche.

Es la del miércoles una noche especial, con mucho más que un título menor en juego. En primer lugar, procedería que este tercer funeral incluyera los fastos de los anteriores: queremos homilía, plañideras, coro y pompa hasta el esperado momento en que -ñiiiiiic- se abra la puerta del ataúd y aparezcan Xavi y Messi con un nuevo título. Pero sobre todo, queremos el título por el placer genuino, voluptuoso e indisimulable de seguir derrotando hasta el infinito y más allá a La Banda, un conjunto que quedará en la historia de este deporte como uno de los más absurdos y groseros de siempre. 

No les negaremos aquí que no hay demasiados motivos para el optimismo: el abuelo, ya lo sabemos, suelta de vez en cuando un mecagon cony, pero sus explosiones de genio son muy impredecibles y cada vez más espaciadas. Poe eso sería bueno que Martino sacara conclusiones de tres derrotas recientes: Barcelona 2 – Valencia 3, con Sex sustituido en el 78. Valladolid 1 – Barça 0, con Sex sustituido en el 61. Atlético 1 – Barcelona 0, con Sex sustituido en el 60. A este ritmo, dentro de 26 derrotas el Tata habrá descubierto que hay más opciones de ganar si deja en el banquillo al cuatro desde el inicio, hecho notable cuando hasta los niños pequeños saben que el mejor Barça tuvo siempre a un tal Iniesta de volante. 

Don Tata, es nuestro tercer funeral y queremos que sea algo grande. En la semana en que Love of Lesbian ofició una triple despedida en Barcelona, mucho nos conviene que escuche sus versos y grite con ellos: «Y sé que si no hacemos algo / el hielo durará mil años, / ¿crees que alguien nos encontrará?».

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