Un libro para Bartomeu

«Herido y agotado en el callejón, comprendes que no tienes escapatoria. Los tres rufianes sonríen mientras se acercan, ya te apuntan con sus armas. Ves un estallido. Y después, la nada…». Puede que ustedes recuerden los librojuegos que se hicieron populares en los 80. Bajo el lema de Elige tu propia aventura, el lector tomaba sus decisiones y saltaba de página en página; irremisiblemente la cosa acababa en un trágico final. El lector, urgido por el ansia de cambiar su propio destino, comenzaba otra vez el libro con renovados ímpetus para acabar, de nuevo, estirando la pata. 

Después del horrendo choque contra el Valencia es posible que ustedes busquen estímulos más poéticos. No se equivoquen: encontrarán mucho consuelo en esos libritos de lomo colorado, sobre todo en cuanto comprendan que no son ustedes los que se juegan el tipo, sino un tal don Josep Maria Bartomeu, 40º presidente de la historia del Fútbol Club Barcelona. En efecto, uno trata de imaginar atajos para que se salga con la suya y no pasemos por las urnas, y sencillamente no lo logra. Al contrario: se nos ocurren un buen número de dramáticos finales para esta huida junto al resto de cómplices del mandato de Rosell. A saber: 

1. El Barça cae por 3-0 en Manchester. A quienes no crean en esa posibilidad, recordarles que nuestra defensa titular la componen Alves, Piqué, Mascherano y Alba. 

2. El Barça es eliminado de la Copa por la Real. Idem a lo anterior, con el agravante de la presumible participación de Puyol (sí, el artista de variedades que protagonizó «FICHAJE PUYOL»).

3. El Barça se descuelga en la Liga y acaba luchando por la tercera plaza. Con la actitud de trote cochinero mostrada ante el Valencia, no descarten nada.

4. Jorge Messi se levanta destemplado una fría mañana de febrero, llama a algún medio y declara que sí, que quiere que su hijo renueve, pero que no se fía de la actual directiva, donde el vicepresidente económico llamó «este señor» a su hijo.

5. Allá por el mes de abril los socios expresan con su voto masivo contra la remodelación del Camp Nou la desconfianza que les genera la gente que cambió a Unicef por Qatar Airways. 

6. Johan Cruyff decide complicarse la jubilación y aparece en una rueda de prensa al lado de Laporta, Benedito o Christanval para decir que con el presidente adecuado volvería a apetecerle eso de entrenar al Barça.

7. Carles Vilarrubí recibe una encuesta que indica que tiene grandes posibilidades de ser nombrado presidente este mismo año. 

8. La imagen que precede esta entrada se convierte en un póster y en un eslogan, en un sencillo recordatorio de que en la foto de la peor infamia de Rosell, el pacto con los Boixos Nois, no había una corbata, sino dos. Al mismo tiempo, el socio, indomable y lúcido, recuerda súbitamente que Bartomeu fue el vicepresidente deportivo que se negó a fichar centrales, que antepuso a Piqué por encima de Guardiola, el que desposeyó a Zubi y largó a Abidal, el que participó en el asunto Neymar, el que propició que los capitanes del equipo comenzaran a despreciar a la directiva, el mismo que consintió con su inacción que la desidia se apoderara de todos los rincones del vestuario, el que bendijo el retorno al victimismo, la mediocridad y el llanto ochentero.

Tal vez a ustedes se les ocurran otros finales. Estarán de acuerdo, sin duda, en que el futuro de esta extra-ball neonuñista es bien negro. Puede que al sonriente Bartomeu le ayude curtirse con algunos de los títulos de la celebérrima serie Elige tu propia Aventura. Ahí estaba ¡Naufragio!, y aquel otro,  La tribu perdida, el muy terrorífico El amo del poder maligno o el terrible ¡Rehenes!. Eso sí: ninguno como el insuperable ¿Quién eres tú?.

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