4-3-3

Un paseo por la felicidad (y IV): Toco y me voy

2 diciembre , 2010

Nos apercibía el otro día un lector, tenía razón, porque jamás habla esta Caverna de táctica. En realidad es un tema aborrecible, culpable de algunos males del fútbol y de muchos de ese periodismo deportivo de bigote y tricornio que no ve en este espectáculo sino polémicas, gravedad y motivos para la afrenta.

Pero miren por dónde, viendo el otro día el gigantesco baile a La Banda, recordé algo que nos brindó El País en diciembre de 2006: una conversación entre Xavi e Iniesta (figúrense, en unas décadas el documento tendrá tanto valor como si se hubieran juntado a Zidane y Baggio). Y hablaban de táctica, y explicaban exactamente cómo pretendían masacrar al Madrid unos años después: triangulando, empleando la vieja fórmula de La Masia del «Toco y me voy. Y vuelvo a recibir, tocar y largarme». No puede olvidarse que a este juego simple y mágico se añade el factor Messi, pero en fin, si a Mourinho le interesa, aquí va:

X. Es lo que nos inculca el sistema desde pequeñitos. Somos hijos del sistema, del triángulo, del juego que pasa por tener en cada jugada un tercer jugador. (…)

I. La cantera ha cambiado un poco. El otro día hablaba con un entrenador y me lo dijo: ‘El rollo es cada vez más físico’.

X. Sí, muy físico, pero, si no la tocas ni la juegas, ni la remueves…

I. Por eso estamos ahí, porque tenemos esa capacidad. Si no, no habríamos sobrevivido.

X . Ya, pero la gente no se lo cree cuando se lo digo, Y, nene, tú estás más fuerte de lo que parece.

I. Hombre, Vieira no soy.

X. Pero sabes proteger el juego. Y con Vieira, Andrew, mejor darnos todos la vueltecita y hala, pelotita para otro. ¡Qué máquina, Andresito! (…) Tú, Andresito, tienes una suerte. Y es que tienes un punto de velocidad, espectacular. Te vas. ¡Bam! Parece que te frenas, pero, ¡zas!, te vas y ya te has ido.

I. Claro, pero tú esperas que llegue, te das la vueltecita y te vas por el otro lado. Le haces la tres.

X. ¡Ja, ja, ja! ¡La tres! Sí, la tres o la piruleta, pero hay que largarse antes de que lleguen. Eso lo trabajamos, ¿eh, nene?

I. Es que sin trabajo no estamos aquí.

X. Yo lo he notado. Tras la lesión… Parecía tonto. Pero tonto. ¡Ton-to! No tenía ritmo y me pasaban ¡fiu! No veía el pase y me la quitaban ¡tan rapido! En cambio, cuando estás bien, ¡nene!

I. Sí, lo notas, te sale todo. Dices: ‘Me voy’. Y te vas. Ahora paro y la doy. Paras, el otro pasa y la das. Es un gusto.

X. Sí, no la tienes y ya la estás pidiendo porque ya la has dado de lo claro que tienes qué hacer con la pelota. Como tú ahora.

I. Bueno, tú estás fino también. Eso nos lo han enseñado de pequeños. Hemos crecido en esta cultura: Tocar, ofrecerse, buscar pasar, recibir, tocar y ofrecerse otra vez.

Ya ven: buscar el tres para dos, triangular, pasar la pelotita y correr. Así de fácil, así de sublime.

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