Las muescas del Tata

Ecuador de temporada, hora de contar muescas y sopesar impresiones. Hace un año, el Barça de Tito llegaba a la cuesta de enero habiendo perdido el único título que tuvo a tiro -la Supercopa- pero habiendo zanjado la Liga: 11 puntos de ventaja le sacaba al Atleti. Doce meses más tarde, la historia ha cambiado: con el Tata hemos logrado  lo que podíamos -una Supercopa que ganó un Valdés iluminado a la caza del contrato de su vida- pero la Liga está en el aire. Los tiempos han cambiado: la sangría de antaño (30 goles encajados por estas fechas, con un Mascherano que rozó lo delictivo y fue culpable directo de diez goles encajados) se ha convertido en una cosa moderada: los milagros de VV han compensado a Piqué, cuyas caderas arrastran el desgaste propio de las parientas del amigo Luiz, y felizmente hemos encajado sólo 20 goles, una cifra como para pensar en títulos. 

En esta primera mitad de temporada se han sucedido dos grandes debates. El primero se desencadenó tras quedar acreditada nuestra vergonzosa renuncia a la medular y al rondo. La decadencia de Xavi (y lloran los dedos que teclean estas palabras) es un hecho: en enero de 2012 sumaba nueve goles y 12 asistencias; ahora andamos por los tres goles y cuatro asistencias. Lo que es peor, su jerarquía parece diluirse y ante el absentismo inicial de Iniesta y la perpetua demencia de Sex, sólo Busquets ha puesto cordura a un juego verticalizado y mesetario. Aun así, y pese a jugar francamente mal muchos minutos da la impresión de que este Barça es algo más fiable que el de Tito en los partidos importantes. Misterios.

El segundo asunto hace referencia a una serie de fibras insondables que se esconden bajo los muslos de Dios. Messi ha sido baja infinidad de partidos, Messi se ha lesionado una y otra vez, Messi ha roto con su preparador físico de confianza, Messi piensa en ese Mundial que el balón le debe, etc. El caso es que La Bestia Parda, que destrozaba todos los récords el año pasado a estas alturas con 35 goles y 10 asistencias está ahora en 18 y cuatro. La diferencia, 23 goles menos: viene a ser lo que han crecido entre Sex (de 18 a 25), Pedro (de 12 a 22) y Alexis (de 8 a 16). Ha sido refrescante y saludable ver cómo el espacio dejado por el mejor jugador del mundo era ocupado con ambición por los secundarios. Pero no nos llevemos a error, le hemos añorado infinitamente. En tiempos de escasez, sin el 10 no nos reconocemos, y en una arrancada suya se destila más poesía que en 15 partidos completos sin él. Que vuelva ya su dictadura, la de los números, y la del balón. 

Goles (Trofeo Hleb)

Messi 18

Pedro 15

Neymar 11

Sex 11

Alexis 11

Xavi 3

Piqué 2

Alves 2

Adriano 2

Busquets 2

Bartra 1

Iniesta 1

Dongou 1

Tello 1

Asistencias (trofeo Rochemback)

Sex 14 (1PP) (1P)

Neymar 12 (2P)

Pedro 7 (2P)

Alexis 5

Iniesta 5 (1P)

Messi 4

Xavi 4

Adriano 4 (1P)

Montoya 3

Alba 3 (1P)

Tello 3 (1 PP)

Alves 2

Busquets 1

Song 1

Memorial Barjuan

Piqué 6’5

Mascherano 4,33

Alves 1,66

Adriano 1’5

Iniesta 1’5

Bartra 1

Puyol 0,83

Pinto 0,83

Busquets 0,83

Valdés 0,5

Xavi 0,5

9 Comentarios

1. Pingback: Los números y el aroma - La caverna azulgrana

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