FCB: Furia, cólera y bilis
Hablamos de un equipo que está en el primer año de su...
En un año perfecto es casi más difícil poner notas que en uno horrendo como el pasado. Sin embargo, es junio y esta Caverna tiene obligaciones, a saber: valorar a los jugadores del Barça e ignorar esa aberración que se disputa en Suráfrica con Bélgica como principal atractivo para Tele 5.
Comenzamos, como de costumbre, con nuestros defensas.
Valdés. Consagrado. 9.
Entra en el selecto club de porteros que han sido decisivos en la consecución de dos Champions: Dida, Van der Saar, Casillas y nuestro querido pianista-torero. Con eso espero que acaben tristes debates (http://lacavernaazulgrana.blogspot.com/2009/02/panico-y-desinformacion.html#comments) como el que hemos tenido en este foro a raíz de que le diera una asistencia a De la Peña, se comiera una falta de Juninho o dudara contra equipos lamentables. A quien conserve dudas, le sugieron que se meta en la cabeza de Abramovich. Grande, decisivo, comprometido y enorme compañero.
Pinto. Artero. 9.
Su cómico engaño a Martí quedará como un momento decisivo del triplete. No se le pedía otra cosa. Del efecto Matrix, ya comentado, nadie se acordará. Larga vida a los raperos del Puerto de Santa María, a Tau Pai Pai y a los fontaneros de las películas porno.
Jorquera. Desaparecido. 4
Ha pasado de eterno segundón a leyenda urbana. ¿De verdad hubo una vez un portero con ese nombre? El equipo le debe, eso sí, acompañar a Piqué en sus festivales discotequeros, una labor oscura pero fundamental para el equilibrio psicosocial de Piquenbauer.
Alves. El quinto elemento. 9’5.
Sabíamos que era supersónico, incansable y brasileño. Que atacaba y defendía, que acabaría el año con sólo una asistencias menos que Iniesta. Que traería alegría a un vestuario demasiado assenyat y le daría samba a Messi. De un año para otro, él es la única novedad en el once. ¿Qué aporta que no tuviera Zambrotta? Sobre todo, el quinto elemento: combatividad y fe en la victoria. Espíritu ganador. Lo demostró celebrando de forma enloquecida el pase a la final de Roma, una final que ya sabía que no jugaría por una estúpida amarilla.
Márquez. Maduro. 8.
¡Ay, mi Rafaelito! Nuestro chavalín ha madurado: adiós al acné, al puente aéreo y a las cantadas decisivas. Serio y responsable, sólo ha dado un regalo en todo el año -a ese lord llamado Drogba-. Imprescindible por su salida de balón y seriedad en el corte. También formaba parte de esa defensa titular que Guardiola habría alineado en Roma y que quedó en nada: Alves, Márquez, Milito y Abidal.
Puyol. Oscurecido. 7’5
Sabe que nunca será tan bueno como sus compañeros de zaga, pero ellos nunca serán la mitad de profesionales de lo que es él. Un año más, su imagen es la de un jugador polivalente, limitado y sudoroso que anima a sus compañeros y a la afición a lo Joaquín Cortés -melena al viento-. Ha visto encantado cómo Guardiola asumía el liderazgo dle vestuario. Su mejor partido, la enorme final de Roma que jugó.
Piqué. Estelar. 9’5.
A principio de temporada hizo buenos los pronósticos de que tenía de defensa lo mismo que Romerito. Pero creció y creció hasta convertirse en pilar de un equipo para la historia. Sus pases verticales, rasos y afilados han destrozado a muchos equipos. Con él ha nacido un ídolo que amenaza con llevar su ADN a todas las familias catalanas.
Milito. Roto. S/C.
El boludo del año. Su caso ha sido el único error de los técnicos y médicos (parece que se corrió demasiado en su recuperación). El mejor defensa de la 2007-2008 se ha quedado sin triplete y ha quedado sumido en la más negra depresión.
Abidal. Sólido. 7.
Apuesta personal de Guardiola, que le habría preferido a Puyol en la final. Sigue sin desplegarse en ataque pero ha dado seguridad en defensa. Sólo Robben le recordó que es un elemento reemplazable.
Sylvinho. Entrañable. 6
¿Acaso no son entrañables todos los ancianos? Un ejemplo de profesionalidad, que quedará en la retina de Valdés y Gudjohnsen como el tío que se quedaba con ellos hasta el final del entrenamiento, cuando ya no quedaba nadie sobre el césped, lanzando centros al islandés desde la izquierda. Cuando los lanzaba con potencia, decía «¡Ése sí es de verdad!». Su segunda Champions también lo es.
Cáceres. Abanderado. 4
Fichado a precio de oro, nadie se ha disculpado por el engendro. ¿Hay alguien ahí, Txicruyff? Potente en el corte e incapaz con balón, su juego encaja mucho mejor con el del Recre. Ofreció un extraordinario rendimiento enarbolando la bandera desde el autobús del triplete.
Víctor Sánchez. Condenado. 4
A pesar de la simpatía innata que nos producen los canteranos, el recuerdo de Gabri, Oleguer y Barjuan está demasiado reciente. Ofrece demasiado poco, y desde aquí le deseamos una exitosa trayectoria en el fútbol austríaco.
9 Comentarios
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