FCB: Furia, cólera y bilis
Hablamos de un equipo que está en el primer año de su...
Que 38 jornadas se resuelvan en la última hora y media sólo podía pasar en un deporte absurdo como es el fútbol. El cuento chino del torneo de la regularidad se hace cenizas y la cosa se acaba resolviendo a cara o cruz. El Barça, ya lo ven, llega a Granada con todo su estrés postraumático y la obligación de ganar para sellar una Liga que tenía en el bolsillo y que quiso tirar por la borda.
La sensación de absurdo es aún mayor viendo al rival por esta Liga: La Banda, la asombrosa y lamentable Banda, a la que destrozamos 0-4 en el Bernabéu y que tiró el título en un inicio horrendo en el que los jugadores decidieron, con un descaro insólito en un club que sólo ha levantado una de las últimas siete Ligas, cargarse a Benítez. El caso es que ahí están, contra pronóstico, en el retrovisor: de la mano de los fulgurantes finales de campaña de Bale y de un recuperado orgullo profesional, llegan con opciones a esta última hora y media.
Lo cierto es que a pesar de lo caprichoso de este deporte y del tufo a tragedia que se instaló durante tres negras semanas en el Camp Nou, cuesta imaginar un desenlace dramático. El-Arabi y Rochina son futbolistas que pueden darle un susto a cualquiera; además, igual el Granada vuela liberado del fantasma del descenso e impulsado por una previsible prima. Pero amigos, hoy, en sus momentos de flojera, es el día para recordar que Suárez lloró desconsolado hace un par de años cuando vio una Premier marcharse por el desagüe; es el día para imaginar la cara con que habrá entrenado Mascherano esta semana; el momento de recordar que tener a Iniesta y Busquets en el equipo es un regalo de los dioses.
Disculpen que nos repitamos. Mañana, a hora y media de todo o nada, conviene saber de qué lado está La Bestia Parda y conviene calibrar si después de tanta gloria un título de Liga sigue invocando su furia. En realidad ya conocemos la respuesta. La duda radica más en comprobar si nosotros, como pueblo, estamos a la altura de ese hambre.
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