FCB: Furia, cólera y bilis
Hablamos de un equipo que está en el primer año de su...
Mucho se ha dicho ya sobre la exhibición del domingo. Gran decisión -aunque frustrante y destrempadora– la suplencia de Neymar. Buen indicio de futuras rotaciones las suplencia de Iniesta y Alba. Extraordinaria noticia la sustitución de Messi a mitad de segundo tiempo: uno puede imaginar que también a Xavi, al fin, se le reservará para los grandes días. Y, si me permiten, resultó hilarante comprobar cómo Sex, un año más, comienza en agosto su trimestre productivo, periodo que suele terminar invariablemente a principios de diciembre.
Pero si por alguna razón el debut nos evocó viejas ilusiones fue por las celebraciones de los goles. Ese entusiasmo, ante un rival que desprendió el inconfundible aroma a fiambre de los que duran poco en Primera, ya lo habíamos visto. Vuelvan a ver el choque y buceen en Youtube: verán cómo lo del domingo se parece enormemente a imágenes de octubre y noviembre de 2009, cuando comenzaba a desvelarse el plan de Guardiola y su equipazo eclosionaba.
En efecto, las miradas y gritos entre jugadores después de cada gol eran los de un grupo de conspiradores que comparten satisfacción ante un plan bien ejecutado. El arma, lo han adivinado, se llama presión. Hasta un tal Messi se hinchó a recuperar balones en la primera media hora. Imaginen cómo correrían ustedes si vieran a La Bestia Parda sudando como un pollo, vomitar y volver a morder al rival.
Lo dijo el Tata el sábado y queda repetirlo: «Soy nuevo en la Liga pero no en el fútbol». Desde luego: en quince días ha convencido a su vestuario de que se conjure para volver a correr.
You must be logged in to post a comment Login