El porno que no vimos

Ceniza y plors, gente buscando el abrazo, lamentos y parloteo incontrolado, todos erigidos en la mejor plañidera del portal. Basta ya, por dios.

Si la imagen que precede esta entrada no forma parte de los pósters de su vida es porque nació usted demasiado tarde. Pertenece a 1981. El Mal llega a una final de Copa de Europa; en frente, el Liverpool. La mejor ocasión del Santa Transición CF  la tuvo un velludo y correoso Camacho, que se quedó solo ante el portero y tuvo el optimismo -con ese escudo en el pecho lo comprendemos- de tirar una vaselina que puede que sea uno de los pedrolos más cómicos que hemos visto jamás.

Pero no, tal imagen no está en nuestro santuario privado de momentos que nos alargarán la vida y nos mecerán cuando expiremos. Porque ésa no la vimos y han pasado 41 años sin que La Banda llegue a una final de su trofeo para palmar.

Hasta ahora.

Hermanos culers, gente bregada en las infinitas victorias inmerecidas del Madrí en eliminatorias regidas por el absurdo y la nigromancia, en los desastres arbitrales, en los sorteos afortunados, en las lesiones de rivales y las clamorosas cagadas de los porteros, gente de bien antimadridista de todo el globo: no nos ocultemos ahora. Van a pasar una peli porno formidable, es un solo pase y cuando llegue el próximo puede que ya no andemos por este planeta.

Será nuestro canto a la vida, a la justicia, a la verdad y a las leyes de un fútbol en que la Potra esté mínimamente repartida: veremos esa final. La veremos ebrios lo más grande, rodeados de nuestros clásicos, pintarrajeados, con la foto arrugada de Belletti junto al televisor, todos soldados de Cruyff y ajenos a esa barbarie blanca de agitar los sobacos mirando a la grada y esperar a que Portillo, Cristiano, Rodrygo o nuestra tía abuela en delantal meta dos churros en el 90. La veremos porque creemos que el mundo nos debe una peli porno y porque nadie puede tener la suerte de ganar siempre siendo inferior siempre. La veremos porque les metimos cuatro y hemos visto que sangran. La veremos porque hemos venido a reírnos y si al final Vallejo o Pelemiro meten un gol de chilena desde fuera del área siempre podremos admirarnos del poder del absurdo, del caos y de la maldad que gobierna el mundo.

La veremos porque el Fútbol nos debe una peli porno y queremos salpicarnos desde la primera fila.

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